domingo, 13 de diciembre de 2015

Expedición a las islas Revillagigedo con Dive Encounters

Expedición a las islas Revillagigedo con Dive Encounters 



Al término de la misión, con la Conanp y la gente de la UNESCO, permanecí en isla Socorro para esperar a que el barco Sea Scape pasara por mí, junto con el grupo de buzos y amigos de Dive Encounters. Con ellos esperaba pasar un buen tiempo pues estaríamos seis días más buceando en las islas.


La Marina hizo el favor de transportarme del muelle de la Isla en una panga a el Sea Scape el cual seria mi casa por 8 días.


Una vez a bordo me encontré con todos mis compañeros de expedición y con la tripulación del barco con la que tengo una excelente amistad desde tiempo atrás.


La Marina de México procedió a hacer la revisión correspondiente y entonces comenzamos a preparar todo el equipo para hacer la primera inmersión en un sitio llamado cabo Pearce, que es un dedo de lava que baja desde un acantilado en la isla y entra en el mar hasta 100 metros de profundidad aproximadamente. Este lugar es conocido como el mejor punto para que las mantas gigantes pasen a la estación de limpieza, misma que es formada por peces ángel clarión, una especie endémica  (solo en este lugar del mundo los hay).  Cuando las mantas van entrando del mar abierto, al dedo de lava, estos peces hacen una fila y se dirigen directo a la manta para comerse los parásitos que están en su cuerpo; una vez que son limpiadas se mantienen interactuando con los buzos debido a que les encantan las burbujas que exhalan de ellos y que rascan su vientre. Regularmente se mantienen todo el buceo cerca de las personas.





Este día hicimos tres buceos estupendos en los cuales vimos más de 20 ejemplares diferentes, algunas negras y algunas chevron; también pudimos apreciar varios tipos de peces y algunos tiburones punta blanca de arrecife, galápagos y sedosos. 
Después de un gran día de buceo partimos hacia Roca partida con un mar calmado y aprovechamos para platicar y revisar algo del material logrado en el día.



Roca partida

Una vez ahí, nos despertamos muy temprano con la idea de prepararnos y esperar para hacer cuatro buceos en esta pequeña piedra, en medio de la nada, que mide 100 metros de largo por 30 de alto y sirve de estación de paso para muchas especies marinas -como las mantas que estuvimos viendo en el día anterior-, para cientos de tiburones punta blanca de arrecife, Galápagos, punta plateada, martillos, morenas, langostas y muchas especies más. ¡Los buceos fueron espectaculares! Los acantilados submarinos, junto con las fuertes corrientes, le dan un toque muy especial a este sitio y nos permiten interactuar con las especies marinas de una manera única: nos acercan mucho a los animales para lograr tomas muy buenas.




Las mantas al día de hoy siguen siendo la sensación del viaje y han demostrado sobradamente porqué es el mejor lugar del mundo para interactuar con ellas. Terminamos la jornada muy cansados pero, a la vez, satisfechos del gran día que tuvimos y decidimos movernos en busca de nuevos sitios de buceo.



Isla san Bendicto

Amanecimos en Isla san Benedicto. Es el volcán más joven de todas las islas. Tuvo su última erupción en los años cincuenta. En esta isla hay dos buenos sitios de buceo: el “Cañón" y el “Boiler”, que es una roca sumergida bajo el mar, a unos cuatro metros de la supeficie, y va hasta los 45 metros de profundidad. Este último es el lugar más famoso de todo el archipiélago para interactuar con las mantas gigantes, las cuales no nos decepcionaron para nada. Tuvimos tres buceos increíbles con ellas; en uno de ellos llegamos a ver hasta ocho ejemplares diferentes, los cuales interactuaban todo el tiempo con los buzos y, por si fuera poco, llegaron alrededor de 20 delfines a “saludarnos”. Además, vimos tiburones, langostas y ¡muchos peces de diferentes especies y colores! Con esto terminamos el día y nos fuimos a descansar para bucear al día siguiente en otro punto de la isla san Benedicto: el “Cañón".





El “Cañón”

Al igual que los días anteriores nos levantamos muy temprano, a las 6:00 am para recibir instrucciones para el buceo del día. Este lugar es muy bueno para ver tiburones martillo, pero para que esto se dé hay dos factores muy importantes: que el agua este fría, alrededor de 20 grados, y que haya mucha corriente. Desgraciadamente ninguno de estos dos se dieron por lo que no tuvimos la suerte de verlos; sin embargo, fue un buen día de buceo con algunas otras especies de tiburones y para finalizar el día cenamos una carne asada con un buen vino tinto.



Para el último día de buceo queríamos ir al “Boiler” nuevamente, pero los fuertes vientos del norte que arribaron a las islas hicieron difícil movernos de lugar, por lo que regresamos a bucear al “Cañón”. Ahí tuvimos encuentros con tiburones punta blanca, varios peces y alguna que otra manta, pero lo que realmente llamó mi atención fue cómo se han blanqueado los corales por las altas temperaturas del agua, que estaba alrededor de 26 grados, cuando es un área que debería estar a 21 grados aproximadamente. Debido a que el fenómeno el “Niño” trae corrientes de agua caliente, los corales sufren severas afectaciones en su constitución, reducen su capacidad reproductora y de crecimiento.



Blanqueo de corales

Resulta que los corales contienen plantas microscópicas (zooxantelas) que dan color a sus tejidos y le proporcionan alimento a través de la fotosíntesis. Sin ellas no pueden sobrevivir. Cuando están estresados (al aumentar la temperatura del agua), lo primero que pierden son las zooxantelas y se vuelven blancos o más claros. Ello es una seria amenaza para la salud de los arrecifes de coral del planeta.



Si la humanidad no frena el cambio climático y la emisión de gases de efecto invernadero (no hay que perder de vista todo lo que ha sucedido en la COP21), el blanqueo de los corales sufrirá un incremento progresivo en frecuencia e intensidad, en todo el mundo, para los años 2030 – 2070.

Incluso se habla de que para el 2100 quedarían devastados en todo el mundo los arrecifes coralinos.

¿En qué se traduce?

La pérdida de estos ecosistemas provocaría miles de millones de dólares en pérdidas de ingresos en las industrias del turismo y pesqueras, así como daños a regiones costeras que están protegidas en la actualidad por los arrecifes de coral que bordean la mayoría de las líneas costeras tropicales. (Fuente: http://www.greenpeace.org/espana/Global/espana/report/cambio_climatico/el-cambio-climatico-y-los-arre.pdf)

Fin de la expedición

Ese día y después de dos buceos comenzamos el regreso a Cabo San Lucas con un mar un tanto movido, con oleaje grande, que ladeaba el barco.

Sólo puedo agregar que fue un gran viaje en el que las mantas y los delfines hicieron la travesía espectacular.



Quiero agradecer a Jorge Villagómez, Sophia Kuijpers, Pam Clarke, Dori Yoldi, Guillermo Barroso, Eduardo Acosta, Eduardo Tovar, Paul Spielvogel, José Romero, Jesús Soriano, Paulina Ruiz de Chávez, Esmeralda Delgadillo, Brenda Allen, Rogerio Azcárraga, Loli Ruiz, Gerardo Fontan  y Armando Garay.


Gracias igualmente al Sea Scape, al Capitán Francisco Javier Campos, a los Dive Masters: Alister Barradell y Benjamin Fernández, al chef Salvador Villalba y a todos los demás miembros de la tripulación que hicieron que nuestro viaje fuera más agradable.



Hasta la próxima.






Gerardo del Villar

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